martes, 13 de mayo de 2014

Respeto a la diversidad

A la hora de explicar a mis alumnos la diversidad en nuestros días, empezaría contándoles una historia:
Buscando por internet he localizado ésta que me parecía adecuada al a su edad.
Gaspar era un burrito muy simpático y divertido. No le temía a nada ni a nadie. Tenía un carácter jovial, alegre, era especial, diferente a los demás burritos. Por ser diferente todos los animales lo miraban con desconfianza, y hasta con temor. ¿Por qué era diferente? Cuando nació era totalmente de color blanco; sus cejas, sus ojos, sus uñas, el pelaje, el hocico, todo era blanco. Hasta su mamá se sorprendió al verlo. El respeto a la diversidad Gaspar tenía dos hermanos que eran de color marrón, como todos lo burritos. Su familia a pesar de todo, lo aceptó tal cual era. Gaspar era un burrito albino. A medida que fue creciendo, él se daba cuenta que no era como los demás burros que conocía. Entonces le preguntaba a su mamá por qué había nacido de ese color. Su mamá le explicaba que el color no hace mejor ni peor a los seres, por ello no debía sentirse preocupado. - Todos somos diferentes, tenemos distintos colores, tamaños, formas, pero no olvides, Gaspar, que lo mas importante es lo que guardamos dentro de nuestro corazón, le dijo su mamá. Con estas palabras, Gaspar se sintió más tranquilo y feliz. Demostraba a cada instante lo bondadoso que era. Amaba trotar alegremente entre flores, riendo y cantando. Las margaritas al verlo pasar decían: - ¡Parece una nube que se cayó del cielo, o mejor un copo de nieve cayendo sobre el pastizal, o una bola de algodón gigante! Las rosas, por su lado opinaban: - ¡es la luna nueva que cayó a la tierra y no sabe volver! Cuando Gaspar salía de paseo por los montes, las mariposas salían a su encuentro, revoloteando a su alrededor, cual ronda de niños en el jardín; los gorriones, lo seguían entonando su glorioso canto. Gaspar se sentía libre y no le importaba que algunos animales se burlaran de él. De repente llegó a un arroyo y mientras bebía agua, los sapos lo observaban con detenimiento y curiosidad y se preguntaban: - ¿Y este de donde salió?, ¿Será contagioso, un burro color blanco?, ¿o será una oveja disfrazada de burro? Siguió su paseo, y en el camino se encontró con un zorro que le dijo: - Burro, que pálido eres, deberías tomar sol para mejorar tu aspecto. - Yo tomo luna, por eso soy blanco, me lo dijo un cisne que nadaba en la laguna, respondió el burrito inocentemente. - ¡Qué tonto eres! Jajaja, eso de tomar luna, es muy chistoso, jajaja, se burlaba el astuto zorro. Gaspar no entendía donde estaba el chiste, porque él se creyó eso de tomar luna. Siguió su camino, pensando en lo que le había dicho el zorro. Entonces decidió recostarse sobre la fresca hierba bajo el intenso sol de verano. Transcurrieron unas horas en las cuales, Gaspar, se había quedado dormido. Después de un rato se despertó, tan agobiado y muerto de calor que corrió a refrescarse en la laguna. Cuando salió del agua, observó su imagen reflejada en ella y una triste realidad, su pelaje seguía blanco como siempre. El cisne lo había engañado. Los cisnes que lo miraban se reían de él. - Que tonto eres, ¿crees que poniéndose al sol su pelaje cambiará de color?, se burlaban. Gaspar siguió su camino, y de repente encontró frente a sus ojos, un paisaje muy bello que lo dejó atónito. Se encontró en su lugar, su mundo. Todo era blanco, como él. Se metió más y más, y empezó a reír y reír. Estaba rodeado de jazmines, por acá, por allá, más acá, mas allá, todo blanco y con un aroma embriagador. - Gaspar, ¿Qué vienes a hacer por aquí?, le preguntaron los jazmines. - Aparecí de casualidad, no conocía este sitio, le contestó Gaspar. - Cuando te vimos de lejos supimos que eras vos. Oímos hablar de vos, los gorriones y las mariposas nos contaron tu historia. No debes sentirte triste por tu aspecto, míranos a nosotros, deberíamos sentirnos igual, y sin embargo tenemos algo que nos identifica, que no se ve pero se siente, es el hermoso perfume que emanamos, que es único y hace que todos los días nos visiten cientos de mariposas y pájaros, tan bellos como nunca vimos. Comparten todo el día con nosotros y no les importa si somos blancos o de otro color. Tú también tienes algo que es más importante que tu color, que se percibe. Es tu frescura, tu bondad y alegría. Cualidades que hacen que tengas muchos amigos verdaderos. Debes aceptarte tal cual eres, para que te acepten los demás, le animaron los jazmines. Gaspar, recordó las palabras de su mamá. Desde ese día se aceptó como era, y cosechó muchos más amigos que no lo miraban por su aspecto, sino por lo que guardaba en su gran corazón. 
 FIN

 Utilizaría este cuento argentino, para hacerles ver que lo diferente es necesario, y que en esa diferencia esta la verdadera riqueza de los pueblos.

Realizaría una actividad sobre el cuento; haciendo que  reflexionen sobre todo lo diferente que tienen a su alrededor, qué piensen por qué es diferente, y que piensen que todo lo diferente es beneficioso porque nos aporta nuevos conocimientos, sensaciones...

Realizaríamos un mural donde escribiriamos qué tiene de bueno ser diferente (en este caso el color de la piel).
 Reflexionaríamos acerca de la importancia o no del color de piel en las personas.
     Poco a poco iría introduciendo el tema de la diversidad en la clase , para que entiendan que lo diferente es siempre aportador.
     Realizaríamos actividades donde nos pusieramos en el lugar del otro. Por ejemplo, sintiendo lo que un ciego siente, ya que esto es fácil que los niños lo sientan (basta con taparles a los ojos), y dejar que alguien les guie por la clase. Así conocerían lo que es ser diferente.
     A continuación les explicaría como una persona invidente tiene los demás sentidos más desarrollados que nosotros, y de cómo ellos pueden desenvolverse, y en ocasiones, mucho mejor que nosotros en ciertos ambientes.
A través de esta actividad, buscaría desarrollar:

Que el alumnado reflexione sobre la riqueza que aporta a todo el grupo la presencia de un niño o niña con discapacidad.
 La importancia de saberse poner en el lugar de los otros y otras. 
 La necesidad que todos y todas tenemos de ayuda mutua.


     La diversidad en el aula ha de ser trabajada a diario, como uno de los ejes transversales mas importantes a trabajar, a desarrollar la necesidad de necesitar, de no sólo aceptar al desigual, sino de apoyarlo y fomentarlo y aprender de esa diferencia.
     En la escuela tenemos muchas oportunidades para trabajarlo, ya que por suerte cada vez nos mezclamos mas y mas, e impulsamos un modelo de escuela inclusiva donde todos tienen su sitio y cuyas experiencias y vivencias nos desarrollan como personas y como pueblo.








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